jueves, junio 20, 2013

¿Qué es el Hombre?

¿Qué es el Hombre?

En los tres primeros capítulos de Génesis vemos la historia de la creación y caída del hombre.

En Génesis 1:26-27 vemos que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
           
En 1 Tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”

El hombre es imagen de Dios en el sentido que es un ser espiritual, tal como Dios lo es y es semejanza de Dios en el sentido que es trino como Dios.

Juan 4:24
24  Dios es Espíritu;  y los que le adoran,  en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Como vimos en 1 Tesalonicenses 5:23, el hombre posee tres partes: un espíritu, un alma y un cuerpo, que aunque los separamos por cuestión de estudio, es una unidad.

El espíritu es la parte central del hombre, el verdadero yo del hombre.
           
Cuando el cuerpo físico del hombre muere y es enterrado, el espíritu sigue vivo.  Es la parte eterna del hombre.  El espíritu nunca puede morir, y como hombre es un espíritu tampoco muere. 

En Filipenses 1:23-24 Pablo se encuentra en una disyuntiva, no sabe si quedarse en la tierra o ir al Cielo: “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.”
           
Pablo dice que sea que muera físicamente o que se quede en la tierra él iba a seguir vivo.
           
Leamos 2 Corintios 4:16: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.”

La Biblia en Lenguaje Sencillo nos aclara la idea: “Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza”.
           
Hay un hombre interior y un hombre exterior, el hombre interior es el espíritu, y el exterior es nuestro cuerpo. El hombre exterior, el cuerpo, no es nuestro verdadero yo, es la casa donde vive el hombre interior que es el verdadero yo.
           
Podemos definir entonces que el espíritu es el verdadero yo del hombre, el hombre interior, el cual es eterno. También podemos definir que el cuerpo es el hombre exterior, la casa donde vivimos.
           
¿Qué es el alma? El alma es la parte mental o intelectual del hombre, donde se encuentran nuestras emociones, pensamientos, decisiones e intelecto.
           
En Hebreos 4:12 hablando de la diferencia entre el espíritu y el alma dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Veamos como lo dicen otras versiones:

La Biblia de Jerusalén
Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón.

La Biblia de las Américas
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.

Notemos que entre el espíritu y el alma hay una frontera o división, es decir son dos cosas distintas, aunque están unidas, son parte de un todo, que es la persona. Por eso los separamos para poder estudiarlos.
           
En 1 Corintios 14:14 podemos ver la diferencia: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.” La Biblia de Jerusalén nos da más luces acerca de esto: “Porque si oro en lengua, mi espíritu ora, pero mi mente queda sin fruto”.

El espíritu ora, pero el entendimiento o la mente, que es parte del alma, queda sin fruto. Es decir, podemos ver que el espíritu y el alma son y tienen funciones diferentes.
           
Definiendo:
           
El espíritu es la parte central, el hombre interior, el verdadero yo del hombre.
           
El alma es la parte pensante del hombre, donde se encuentran las emociones, las decisiones y pensamientos del hombre.
           

El cuerpo es la parte externa del hombre, el hombre exterior, la casa en la cual vivimos.