jueves, febrero 23, 2006

La Ley de la Fe

La Ley de la Fe


Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

- Romanos 10: 8 - 17

En Romanos 10:10 encontramos la Ley de la Fe, que es creer en el corazón y confesar con la boca.


Cuando una persona cree en el corazón la fe es producida en su corazón, pero esa fe, no puede ser desatada a menos que use sus palabras, es decir, por medio de la confesión de fe.


La fe no puede expresarse a menos que sea hablada. La boca es el instrumento por el cual la fe es desatada. El Hermano Kenneth E. Hagin dice que la confesión es:


1. Afirmar algo que creemos.

2. Declarar algo que sabemos.

3. Testificar una verdad que hemos abrazado.

La confesión de la Palabra de Dios es afirmar, declarar y testificar que la Palabra de Dios es verdad y se cumple en nuestras vidas.

La Ley de la Fe


Para poder entender la confesión de fe, lo primero que debemos entender es la ley de la fe.

ROMANOS 10:8-10

8 Más ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

En este pasaje de la escritura vemos que la Palabra de Dios debe estar en nuestra boca y en nuestro corazón. Además encontramos la clave para la ley de la fe: creer en el corazón y confesarlo con la boca.


Por ejemplo, en este pasaje vemos la forma como una persona nace de nuevo:

1. Confiesa con la boca que Jesús es el Señor.

2. Cree en el corazón que Dios lo levanto de los muertos.

2 CORINTIOS 4:13

13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.

2 CORINTIOS 4:13 (Biblia al Día)

Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.

Según este pasaje, el espíritu de fe se muestra en que si una persona cree algo debe decirlo. Esta es la ley de la fe en operación, una persona que tiene el espíritu de fe debe hablar las cosas que cree.

MARCOS 11:23

23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

Una vez mas vemos la importancia de decir con nuestra boca las cosas que creemos en nuestro corazón. En especial, notemos que este pasaje dice tres veces decir pero una sola vez creer. Es decir, debemos hablar tres meses de lo que creemos.

Creer con el Corazón


En Romanos 10:10 hemos visto que "con el corazón se cree. . . ." ¿Qué se cree? Que lo que dice la Palabra de Dios es verdad.


Creer con el corazón es creer que la Palabra de Dios es verdad sin importar lo que digan las circunstancias.


En Romanos 10:17 dice que "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." La ley de la fe empieza cuando creemos con el corazón la Palabra de Dios y la fe se produce en él.

Confesarlo con la Boca


En la Segunda parte de Romanos 10:10 dice: ". . . pero con la boca se confiesa para . . . ." Es decir la fe para recibir algo se desata con las palabras. En 2 Corintios 4:13 dice: "Creí, por lo cual hablé;" Si has creído algo de la Palabra de Dios, lo siguiente que debes hacer es hablarlo.


En Marcos 5:27-29 podemos ver esta verdad.

Marcos 5:27-29

27 Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

29 Y enseguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote

Marcos 5:27 (Scio)

27 Cuando oyó hablar de Jesús, llegó por detrás entre la confusión de la gente, y tocó su vestidura.

28 Porque decía: "Tan solamente con tocar su vestidura, seré sana".

29 Y en el mismo instante cesó su flujo de sangre; y sintió en su cuerpo, que estaba sana de aquel azote.

En este pasaje vemos que esta mujer estaba diciendo algo de manera continua. Ella decía "Si tocare tan solamente su manto, seré sana." Sus palabras la motivaron para actuar en fe y recibir su sanidad.

Como vimos en Marcos 11:23, debemos decir tres veces mas de lo que creemos. Es decir que se requiere confesar tres veces más tiempo que el que necesitamos para creer.


Nuestra fe se desata por medio de nuestras palabras.


La Ley de la Fe es creer en el corazón y confesarlo con la boca.

El Poder de la Lengua


Proverbios 18:20-21

20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

Proverbios 18:20 (Dios Habla Hoy)

Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras.

Proverbios 18:20-21 (Biblia al Día)

20 Cada uno se llena con lo que dice y se sacia con lo que habla.

21 En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.

Nuestra lengua tiene el poder para causar la vida o la muerte. Si aprendemos a usarla para nuestro beneficio seremos saciados. Si no cuidamos las palabras que decimos hoy, es posible que tengamos problemas el día de mañana.


Si dices: "Creo que voy a enfermarme," es mejor que te quede en casa porque ciertamente va ha enfermarse; Si dices: "No voy a vender nada," es mejor que busques otro empleo porque no venderás nada.


Debes cuidarte de las cosas que habla; si no quieres que suceda algo, es mejor que no lo digas. Pero si quiere tener éxito y victoria en su vida debes empezar a decirlo.


Empieza tu camino al éxito a través de tus palabras.


En los Capítulos 13 y 14 de Números podemos ver esta verdad en operación desde el punto de vista negativo. En el versículo 14:2 dice: "Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojala muriéramos en la tierra de Egipto! o en este desierto ojala muriéramos!"; o como dice en el Torah: “Luego murmuraron todos los israelitas contra Moisés y Aarón, y les dijo toda la comunidad: "¡Ojala hubiéramos muerto en Egipto! Y si no, ¡ojala hubiéramos muerto en el desierto!”


Y en el versículo 14:28 Dios les respondió: "Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros" ; veamos nuevamente como lo traduce el Torah: “Diles: Por mi vida - oráculo de Adonai - que he de hacer con vosotros lo que habéis hablado a mis oídos”.

En Hebreos 3:17 podemos ver el fin de ellos: "¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?"


Dios dijo que de la manera como ellos habían hablado, de esa manera iban a morir. Lo que nosotros hablamos determina nuestro futuro. Si hablamos victoria tendremos victoria; si hablamos derrota seremos derrotados. Debemos cuidar nuestras palabras para caminar en victoria.


Como dice Marcos 11:23: "Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho." Lo que digas te será hecho.

miércoles, febrero 22, 2006

La Biblia

El Origen de la Biblia

Todos los escritos originales de la Biblia se han perdido así que, ¿cómo podemos saber que lo que tenemos es fidedigno?

Sabemos que la fe no se basa en incertidumbres.

Debemos leer y estudiar la Palabra con la confianza que es la misma Palabra de Dios.

La Biblia tiene un tema principal que es la redención del hombre.

Es un libro, con un autor y 66 divisiones.

Fue escrita por cerca de 40 escritores en un período de 1600 años.

Para entender la Biblia debemos conocer y entender a su autor.

Biblia: viene de la palabra griega “Biblos” que significa “los libros”.

En Daniel 9:2 dice: “En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años”. Lo que Daniel había leído eran los escritos de Jeremías acerca de la cautividad Babilónica de Israel (Jeremías 25:11-12; 29:10); pues los 70 años ya casi habían concluido.

El autor de Hebreos habla del Antiguo Testamento en el verso 10:7 cuando dice: “...como en el rollo del libro está escrito de mi.” El verso que cita es el Salmo 40:7, que muestra a Jesús como la figura central del Libro.

En Oseas 8:12 donde dice “Les escribí...” el profeta se está refiriendo a sus propios escritos, los cuales fueron hechos por inspiración.

En Efesios 6:17 dice que “la espada del Espíritu es la Palabra de Dios” y en Juan 1:1,14 vemos que Jesús es la Palabra viva de Dios.

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

No están en desacuerdo porque el autor de la Biblia es el Espíritu Santo.

Si tuviéramos los originales la gente los veneraría y adoraría. Recordemos lo que hizo el Rey Ezequías con la serpiente de bronce que Moisés hizo en el desierto (2 Reyes 18:14); tuvo que destruirla porque la gente la adoraba porque estaba asociada a Moisés.

¿Cómo es que los escritores de la Biblia obtuvieron su mensaje?

Pablo dijo que fue por revelación e inspiración. En Gálatas 1:11-12 dijo: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mi, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”; y en Efesios 3:3 dijo: “...que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente.”

En Segunda de Pedro 1:20-22 el Apóstol nos dice: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en un lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios, hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

De aquí vemos que la Palabra de Dios vino por inspiración y revelación.

REVELACIÓN: El acto de revelar, ó algo que revelado, ó descubrir, ó develar.

INSPIRACIÓN: Soplar (inspiración Divina significa soplado por Dios, el Espíritu Santo)

En Segunda de Timoteo 3:16 dice: Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”

La revelación es el mensaje (descubriendo al salvador)

La inspiración es como vino, el método utilizado.

La conciencia profética significa la convicción calificada por parte del profeta o apóstol del llamado divino para proclamar la Palabra de Dios.

Los profetas del Antiguo Testamento también operaron en la palabra de conocimiento y la palabra de sabiduría.

Mas de 2500 veces dice: “Así dijo Jehová”, ó “la Palabra de Jehová vino”, o “Dios me habló y me dijo”.

En Números 12:6-8 dice: “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él; y verá la apariencia de Jehová....”

Pruebas del Origen Divino de la Palabra de Dios

En la historia encontramos eslabones desde los días y escritos de Moisés hasta el tiempo presente.

1. La Biblia es su propia prueba

La Biblia son sus propias credenciales. La Biblia nos habla con autoridad final

En Hebreos 6:13-18 dice: “Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. Y habiendo esperado con paciencia alcanzó la promesa.

Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. Por lo cual, queriendo Dios mostrar mas abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.”

Esto es lo que significa la autoridad final, Dios juró por si mismo.

No hay autoridad mas alta que Dios, y como Él escribió el libro es suficiente para decir que lo que Él dijo es verdad.

El no puede mentirnos; ni tampoco necesita mayor autoridad para establecer Su verdad.

En Mateo 7:28-29 después del Sermón del Monte dice: “Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” En Marcos 1:22 dice prácticamente lo mismo. En Juan 7:46 los alguaciles que fueron a arrestarlo dijeron: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!”

Jesús hablaba con la autoridad final.

2. El Testimonio del Espíritu Santo

El Espíritu Santo nos testifica que es la Palabra de Dios; porque es el mismo Espíritu Santo el autor de la Biblia. Además nos confirma que es la Palabra de Dios respaldándola con poder.


3. La Durabilidad de la Biblia

Ha sobrevivido a través de las edades. Ningún libro ha enfrentado tanta oposición como la Biblia; sin embargo se ha multiplicado en números y lenguajes. Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo24:35, Marcos13:31, Lucas 21:33).

Voltaire, el famoso incrédulo francés, quien murió en 1778, dijo que cien años después de su muerte el cristianismo y la Biblia serian barridos de la existencia y pasado a la historia. Pero, ¿qué pasó? Voltaire pasó a la historia, pero la Biblia sigue extendiéndose mas y mas llevando bendición por donde quiera que vaya.

Acerca de la burla de Voltaire acerca de la extinción del cristianismo y la Biblia, solo cincuenta años después de su muerte la Sociedad Bíblica de Génova compro la casa y la imprenta de Voltaire para producir grandes cantidades de Bíblias.

En el año 303 D.C. el emperador romano Diocleciano proclamó un edicto para destruir a los cristianos y su sagrado libro; lo irónico del caso es que solo 25 años después el Emperador Constantino comisionó a Eusebio de Cesárea ha preparar 50 copias de la Biblia con el mejor material posible a expensas del gobierno.

El yunque (la palabra) desgasta los martillos (las críticas).

La durabilidad y supervivencia de la Biblia es prueba de su origen divino.


4. Su Poder Para Transformar

El poder transformador de las Escrituras ha sido siempre una de las evidencias mas fuertes de su origen divino.

Su mensaje es universal, siempre esta de moda, es el testimonio de Jesucristo.

Los temas de la Biblia son: Dios y su santidad; el hombre y su pecado; y, la redención por la sangre de Jesús.

Todos estábamos en la casa de empeños del diablo. Dios era nuestro dueño pero no nos poseía. El nos volvió a comprar pagando todo el precio cuando nos redimió.

La Biblia nos habla del origen, significado y destino de la vida. Tiene una vista inigualada de la vida; en la cual no se permite el pecado, tiene excelencia moral.

La soga inglesa siempre tuvo un hilo escarlata tejido en toda su extensión; del mismo modo hay una cuerda roja de Génesis a Apocalipsis que nos habla de la redención.

5. Su Influencia Cambió la Historia

Su efecto a cambiado millones de vidas. Los libros escritos por hombres no pueden hacer esto a menos que citen la Biblia.

Durante los años oscuros de la edad media cambió la historia de Europa mediante la Reforma.

En 1508 mientras Lutero estudiaba la epístola de Romanos descubrió la verdad que cambió al mundo: “El justo por la fe vivirá.”

Del siglo quinto al dieciseisavo solo habían Biblias en Latín. Las iglesias enseñaban que la salvación era por medio de obras y penitencias. La autoridad de la Biblia contra la autoridad de la religión de ese día. La gente pagaba por la Biblia con su propia sangre. La verdad que descubrió Lutero cambió la autoridad de la iglesia establecida y se la devolvió a la Biblia.

A lo largo de la historia la influencia de la Biblia a cambiado la historia en los lugares donde ha llegado y sigue haciéndolo hoy.

6. Su Continuidad Demuestra Su Origen Divino

La Biblia fue escrita en un periodo de tiempo que abarca 1600 años; durante el transcurso de 60 generaciones; por cerca de 40 autores.

Tiene una multiplicidad de autores que abarcaron las diversas áreas de la vida. Hubieron reyes, campesinos, filósofos, pescadores, estadistas, catedráticos, entre otros.

Moisés era un líder político, educado en la mejores universidades de Egipto; Pedro, un pescador; Amos era un boyero; Josué era un general; Nehemías era un copero; Lucas un doctor; Salomón un rey; Mateo un recolector de impuestos; Pablo un rabino.

Fue escrita en diversos lugares: Moisés en el desierto; Jeremías en un calabozo; Daniel en el campo y en un palacio; Pablo dentro de una prisión; Lucas mientras viajaba; Juan en el exilio, en la isla de Patmos; otros en medio de campañas militares.

Fue escrita en diversos tiempos: David escribió en tiempos de guerra, mientras que Salomón en tiempos de paz.

Fue escrita en diversos estados de animo: algunos llenos de gozo y otros en medio del dolor y la desesperación.

Fue escrita en tres continentes: Asia, África y Europa.

Fue escrita en tres idiomas: Hebreo, Arameo y griego.

Los autores bíblicos hablaron de cientos de temas con armonía y continuidad, desde Génesis hasta Apocalipsis.

Un tema principal: La redención del hombre.

La continuidad de las Biblia es prueba de su origen divino.

7. Sus Enseñanzas Prueban su Origen Divino

Las enseñanzas que hay en la Biblia no tienen similar en la historia humana, como vimos antes el mensaje que hay en ellas tienen el poder para cambiar la vida de las personas.

El cumplimiento de sus profecías a lo largo de la historia nos demuestran que este libro no pudo haber sido escrito por un hombre. Por ejemplo las mas de 300 profecías acerca del nacimiento, vida, ministerio, muerte y resurrección de Jesús, no pudieron ser hechas por suposición humana.

La exactitud del relato histórico de la Biblia, el cual ha sido confirmado con los descubrimientos arqueológicos, nos muestra claramente como ha sido el mundo desde sus inicios.

Los personajes que hay en ella son descritos con sus triunfos y derrotas, sin dar lugar a la exageración o el mito. Si vemos la historia secular vemos que tratan a sus grandes personajes casi como si fueran santos, pero la Biblia nos dice las cosas como son, sin importar que tan bajo haya caído la persona.

La forma en que está escrita nos demuestra que la Biblia tiene un origen divino.

Charles Finney, el gran evangelista y propagador de avivamientos del siglo 19 dijo:

“La Biblia puede ser invento de:

(a) Buenos hombres o ángeles, pero ellos no podrían decir: ‘Así dice Jehová’ pues estarían mintiendo al atribuirle su obra.

(b) Demonios u hombres malos, pero ellos no dirían que algo que los condena es bueno.

(c) O, de Dios

martes, febrero 21, 2006

Nuestra Identificación Con Cristo

Nuestra Identificación Con Cristo

Por el Pastor Ricardo Botto


Romanos 5:12
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

1 Corintios 15:21-22, 45
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

Desde el punto de vista de Dios, en el momento que Cristo fue crucificado, muerto, sepultado, resucitado y sentado en los lugares celestiales, nosotros también.

El primer Adán fue la cabeza de una raza de hombres que murió espiritualmente; el postrer Adán es la cabeza de una nueva raza de hombres que nunca antes existió.

Todos los hombres están incluidos en Adán y en todas las cosas en las que participó, pues estamos identificados con él.

La identificación con Cristo es nuestra completa unión con todo lo que él hizo, junto con él pasamos lo que él pasó.

La identificación es el aspecto legal de nuestra redención, lo que el Espíritu hace en nosotros es el aspecto vital.

La identificación es todo lo que Cristo obtuvo para la nueva criatura.


Doce Aspectos de la Identificación

1. Crucificados con Cristo

Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Ya hemos sido juzgados, condenados, flagelados, desvestidos y crucificados con él.

Romanos 6:6
6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Participamos en sus sufrimientos y estamos incluidos en su muerte para ya no estar bajo el primer Adán sino bajo Cristo.

Romanos 6:14
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Hemos muerto y ya no estamos bajo ley sino bajo la gracia.


2. Él Fue Hecho Pecado

2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Al hacerse pecado Jesús se estaba identificando con los hombres tomando la naturaleza caída para poder tomar nuestro lugar y redimirnos.


3. Él Fue Hecho Enfermedad

Isaías 53:3-5
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

En esa cruz Jesús no solo llevó nuestros pecados sino también nuestra enfermedad. Él se hizo enfermedad por nosotros para que no tengamos que sufrir en enfermedad.

Mateo 8:17
17 Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

No tienes que estar llevando lo que Jesús llevó. Si Jesús llevó tu enfermedad, ¿qué haces llevándola en tu cuerpo?

Una vez le di un ejemplo a mi hijo Ricardo mientras íbamos a la escuela de Sanidad Divina. Yo le había estado enseñando que Jesús había llevado nuestras enfermedades, así que le dije: “Supongamos que mi Biblia es la enfermedad, yo soy el enfermo y tu eres Jesús, ahora tu toma la Biblia y llévala”; el me quitó la Biblia y se la llevó, así que le dije: “Eso fue lo que hizo Jesús el tomó nuestras enfermedades y se las llevó, ahora él es quien tiene nuestras enfermedades.”

A veces pensamos que tenemos que ir por la vida llevando nuestras enfermedades; pero, la enfermedad ya no es tuya, Jesús la tomó y se la llevo, así que no vayas detrás de él, queriendo quitarle tu enfermedad para volverla a sufrir.


4. Él Se Hizo Pobre

2 Corintios 8:9
9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Fue en la cruz donde Jesús se hizo pobre por nosotros, cuando fue crucificado no tenía ni siquiera el taparrabo que le pusieron para tapar sus partes íntimas, estaba totalmente desnudo.

Durante su ministerio nunca experimentó hambre ni necesidad, todo lo que necesitaba lo tuvo. Pudo alimentar durante todo su ministerio a sus discípulos, dio de comer a los pobres, no le falto donde dormir a él ni a los suyos. Sin embargo, en esa cruz lo dejó todo, murió sin nada.

Es a través de está pobreza que nosotros somos enriquecidos.

Hebreos 8:6
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.

Es a través de nuestra identificación con Cristo que recibimos las bendiciones del nuevo pacto. Todo lo que somos y lo que tenemos es la consecuencia de la obra de Jesús por nosotros.

En el mundo tendremos aflicción y persecución, pero eso no significa que dejemos de recibir las cosas que nos pertenecen.

La tribulación contra el creyente no es la enfermedad ni la pobreza, la tribulación es un ataque contra el creyente debido a la Palabra que ha recibido.

Marcos 4:16-17
16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.

La tribulación o persecución vienen con el propósito de robar la Palabra que fue sembrada en nosotros

Juan 16:33
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

A pesar de las persecuciones que lleguen contra nosotros tenemos la victoria.


5. Hemos Muerto con Él

Isaías 53:9-12
9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

En Hebreo dice “en sus muertes”. Para poder identificarse con nosotros Jesús tuvo que morir tanto física como espiritualmente.

2 Timoteo 2:11-13
11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;
12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará.
13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.

Para vivir con él también debemos morir con él.

Romanos 6:7
7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

Al morir con él es que somos justificados del pecado.

1 Pedro 2:24
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

Jesús se hizo pecado por nosotros para que nosotros podamos vivir.


6. Fuimos Sepultados con Él

Colosenses 2:12-13
12 Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.

Romanos 6:4
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

El hecho de haber sido sepultados con Cristo significa que nuestro viejo hombre ya fue sepultado y nosotros somos ahora nuevas criaturas.


7. Él Sufrió Todo por Nosotros

Salmo 88:3, 7
3 Porque mi alma está hastiada de males, mi vida cercana al Seol.
7 Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah

Este Salmo nos habla de los sufrimientos que iba a sufrir Cristo por nosotros.

1 Pedro 3;18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.

Jesús sufrió en la carne para llevarnos a Dios.

Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Jesús sufrió los tormentos del infierno, la ira y separación de Dios y debido a eso paralizó a Satanás y le quitó las llaves de la muerte y el hades.



8. Vivificados con Él

Colosenses 2:13
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados
.

Efesios 2:5
5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).

Nosotros que estábamos muertos hemos recibido la vida eterna juntamente con Jesucristo.

Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.

Hechos 13:33
33 La cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

1 Pedro 3:18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.

A través de la resurrección de Jesús es que nosotros somos llevados a Dios,


9. El Fue Hecho Justo

Romanos 3:21-26
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

Somos justos por la obra de Dios en Cristo, y por eso es que tenemos la naturaleza de Dios en nuestras vidas.

Romanos 4:24-25
24 Sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,
25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Jesús fue hecho justo cuando resucito a fin de poder justificarnos.


10. Conquistó a Satanás

Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

En su resurrección Jesús conquistó el reino de Satanás y tomó dominio sobre él.

Mateo 28:18
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra

Jesús recibió la autoridad que el diablo tenía sobre la tierra.

Colosenses 2:15
15 Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

En la cruz Jesús despojó al diablo y sus huestes de su poder y autoridad.


11. Somos Resucitados con Él

Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.

El ser plantados juntamente con Jesús en su resurrección, significa que Dios acepto el sacrificio de Jesús en la cruz y que podemos disfrutar de la vida eterna.


12. Se Sentó

Hebreos 1:3
3 El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

Colosenses 3:1
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Jesús habiendo acabado su obra en la tierra se sentó a la diestra de Dios; esto significa que ya no le toca a él hacer la obra aquí en la tierra sino a nosotros.

Juan 19:30
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

Su obra ya terminó, el pagó el precio de nuestra redención por tanto hagamos nosotros las obras de Dios en la tierra.

La Fórmula Para la Fe

La Fórmula Para la Fe


(Como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido

Romanos 4:17-21

En este pasaje podemos ver los cuatro pasos que siguió Abraham para conseguir el hijo que deseaba. Si seguimos estos pasos también conseguiremos las cosas que deseamos recibir de Dios.

Paso 1

Halla la Promesa en la Palabra de Dios

Lo primero que debes hacer es saber lo que Dios te ofrece. Es como ir a un restaurante; tu no pides un plato hasta que ves el menú. La pregunta es, ¿qué nos ofrece Dios?

2 Pedro 1:3-4

3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,

4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.

Dios nos ofrece todo; todo lo que pertenece a esta vida natural y todo lo que pertenece a la vida espiritual. Él ya nos dio todo.

1 Corintios 2:9-12

9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.

10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

Hace años cuando estaba en la universidad tenía un amigo al que le estuve predicando por seis meses sin ningún resultado. Finalmente tomé la decisión de no predicarle mas, pues me parecía que perdía el tiempo.

A las tres semanas me encontré con él, y estaba repartiendo volantes para una campaña; le pregunté que le había pasado y me contó que se había convertido el domingo; y mientras conversamos el me mostró 1 Corintios 2:9 y me dijo: “Ricardo, imagínate cuando estemos en el cielo, veremos cosas que ojo no vio ni oído oyó.”

Muchos creyentes hacen lo mismo cuando leen este pasaje, piensan en todas las cosas que tendremos en el Cielo y dicen: “Oh, que hermoso será cuando estemos en Cielo, allá tendré un palacio mas hermoso que el sol; mientras que aquí en la tierra estaremos sufriéndola con tristeza, dolor, pobreza y enfermedad como buenos peregrinos.”

No se dan cuenta que tan solo un versículo mas adelante dice que Dios nos reveló estas cosas que “ojo no vio, ni oído oyó” aquí en la tierra. Esas hermosas promesas son nuestras ahora, no tenemos que esperar a estar en el Cielo para disfrutarlas.

El verso 12 dice que Dios nos dio el Espíritu para que sepamos cuales son estas promesas que Dios nos ha concedido.

Juan 14:26

26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

El Espíritu Santo nos enseña todas las cosas y nos hace recordar las cosas que Jesús nos dijo. ¿Cómo lo hace? A través de la Palabra de Dios.

Juan 1:1,14

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

La palabra que se usa como verbo en estos pasajes es la palabra griega logos que significa palabra. Jesucristo es la Palabra Viva de Dios.

Cada vez que tomamos la Palabra de Dios para estudiar le estamos dando al Espíritu Santo materia prima para que nos muestre las cosas que Dios nos ha concedido.

Por lo tanto, si quieres saber las cosas que Dios te ha concedido debes ir a su Palabra.

En la Biblia hay 7.432 y todas te pertenecen; solamente anda y busca la promesa que te promete lo que quieres recibir de Dios.

Paso 2

Cree la Palabra

Ya encontraste la promesa, así que ahora debes de creerla.

Marcos 11:24

24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Hebreos 11:6

6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

De nada te sirve encontrar la promesa si es que no crees que es tuya. Debes acercarte a Dios sabiendo que el recompensa a los que le buscan.

Marcos 9:14-27

14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.

15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.

16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?

17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.

19 Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.

20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.

21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.

22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.

23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.

26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.

27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

Aquí vemos a un hombre en necesidad, tiene un hijo endemoniado y enfermo; ha ido donde los discípulos de Jesús para ver si podían hacer algo pero no lograron nada.

Entonces viene Jesús y el hombre le dice: “Mi hijo está endemoniado, y tus discípulos no han podido hacer nada pero SI TU PUEDES HACER ALGO ven y ayúdanos.”

Jesús se molestó y le dijo: “¿Cómo que si puedo hacer algo?¡Todo es posible para el que cree!

Este hombre pensaba: “Los discípulos de Jesús no han podido, quizás Jesús pueda”. Jesús le respondió: “La sanidad de tu hijo no me corresponde a mi sino a ti, tu me estás tratando de echar la responsabilidad, pero la pelota está en tu cancha, TU ERES el que debes creer.”

Estas palabras sacudieron al hombre quien le dijo: “Creo Jesús, ayúdame a estar firme.”

En ese momento el hombre se puso dé acuerdo con Jesús y le abrió las puertas para que pudiese sanar a su hijo.

Si hemos encontrado la promesa, nos corresponde creerla.

Paso 3

No Consideres las Circunstancias Adversas

Mateo 14:22-32

22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.

23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.

25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.

26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.

27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!

28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.

29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.

30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!

31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.

Aquí está Pedro en medio de la tormenta, ve una silueta que camina en medio del mar y piensa con los otros discípulos que es un fantasma, y todos empiezan a gritar asustados, porque había una vieja superstición entre la gente de mar que si veían un fantasma caminando en medio del mar significaba la muerte de todos los ocupantes de la barca.

Pero Jesús les grita no teman, soy yo, y Pedro le dice: “Señor, si eres tu manda que yo vaya a ti sobre las aguas.” Y Jesús le dice: “Ven”.

Al oír la palabra de Jesús, Pedro se tira al mar y empieza a caminar sobre el mar, cada paso que da está mas cerca de Jesús, poco a poco se va acercando a él, mientras sus ojos están fijos en Jesús; pero de pronto se da cuenta que esta caminando en el mar, empieza a ver las olas, el viento, la tormenta y empieza a hundirse; ha sacado sus ojos de Jesús y lo a puesto en las circunstancias.

Entonces grita: “Jesús, sálvame”; y Jesús solamente extiende sus brazos y lo recata.

Su bendición estaba tan solo a “un brazo” de conseguirse, él había estado considerando las palabras de Jesús, pero el considerar las circunstancias adversas lo sacó de su bendición.

Tantas veces estamos listos para recibir la bendición de Dios pero al considerar los problemas y las circunstancias nos salimos de la bendición.

Consideremos a Abraham el “no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara”. Abraham solo miraba la promesa que Dios le había hecho.

No consideremos las circunstancias que nos rodean sino la Palabra de Dios.

Paso 4

Alaba a Dios Por la Respuesta

Esto es lo que hizo Abraham, el se fortaleció en fe dando gloria a Dios.

Esto es lo que debemos hacer nosotros; si hemos encontrado la promesa, hemos creído que hemos recibido, y no estamos considerando las circunstancias adversas, ahora nos toca alabar a Dios por la respuesta.

1 Tesalonicenses 5:18

18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Debemos dar gracias en todo, no por todo; no le damos las gracias a Dios por los problemas, sino porque él es fiel en darnos las cosas que el ha prometido.

Si funciono con Abraham también funcionará contigo.