martes, mayo 14, 2013

Pensando Como Dios Piensa


Pensando Como Dios Piensa

En Dios hay una clase de vida más alta de la que vivimos, es la vida que Dios preparó para nosotros, pero para llegar a alcanzarla debemos dejar nuestra clase de de vida baja, que está regida por nuestra baja de forma de pensar, entonces cambiemos nuestra forma de pensar por la forma alta de Dios.

Isaías 55:8-11
8  Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,  ni vuestros caminos mis caminos,  dijo Jehová.
9  Como son más altos los cielos que la tierra,  así son mis caminos más altos que vuestros caminos,  y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
10  Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve,  y no vuelve allá,  sino que riega la tierra,  y la hace germinar y producir,  y da semilla al que siembra,  y pan al que come,
11  así será mi palabra que sale de mi boca;  no volverá a mí vacía,  sino que hará lo que yo quiero,  y será prosperada en aquello para que la envié.

¿Cómo es que cambiaremos nuestra forma de pensar baja por la manera alta de pensar de Dios? Por medio de la renovación de nuestra mente.

1 Tesalonicenses 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Para entender la renovación de la mente debemos entender la naturaleza tripartita del hombre; el hombre es un espíritu que tiene un alma y vive en un cuerpo.

El espíritu es la parte central del hombre, es el hombre interno, el corazón.

El alma es la parte mental del hombre, su intelecto, sus pensamientos, su voluntad.

El cuerpo es la parte física del hombre, que está regida por los cinco sentidos físicos.

2 Corintios 5:17
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El día que nacimos de nuevo nuestro espíritu fue salvo pero no el resto de nuestro ser, ahora nos toca hacer algo con el alma y el cuerpo.

1 Pedro 1:9
9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

La palabra griega para fin en este verso es telos, que significa el resultado final de un estado o proceso, dando énfasis en el destino del asunto o de la cosa.

Para salvación, es soteria, que nos habla de un rescate en este verso, de la experiencia presente del poder de Dios para librarnos del pecado; para el creyente esto es equivalente a la santificación.

Este verso no nos habla de la salvación eterna, sino del recate de nuestras almas del presente sistema en el que vivimos.

Efesios 2:1-3
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Antes de conocer a Jesús nuestra forma de pensar era la manera que tiene el mundo, siguiendo la corriente de este mundo y su estilo de vida. Los patrones que teníamos nos inducían una y otra vez a caminar en pecado.

Efesios 4:17-24
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Ahora que hemos nacido de nuevo, Dios nos manda a no caminar mas como el mundo lo hace, y la forma de hacer esto es cambiando nuestra forma de pensar, por medio de la renovación de nuestra mente.