De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
- 2
Corintios 5:17
¿Qué es la nueva
creación?
La nueva creación es
la persona que nos convertimos cuando nacemos de nuevo; es la persona que somos
por estar en Cristo. Es el resultado en nosotros de aceptar la obra completa de
Cristo en la cruz
Juan 3:1-8
1 Había un
hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo,
un principal entre los judíos.
2 Este vino a
Jesús de noche, y le dijo: Rabí,
sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú
haces, si no está Dios con él.
3 Respondió
Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le
dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda
vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es
nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te
maravilles de que te dije: Os es
necesario nacer de nuevo.
8 El viento
sopla de donde quiere, y oyes su
sonido; mas ni sabes de dónde
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Jesús le dijo a
Nicodemo: “Te es necesario nacer de
nuevo.” La palabra nuevo es “arriba”.
Vine lo traduce de
esta manera: “Anothen, de lo alto, de arriba. Se usa de lugar: (b) de cosas que
provienen del cielo, o de Dios en el cielo. Se utiliza también en el sentido de
«de nuevo».”
El Diccionario
Completo de Estudio de la Palabra traduce está palabra así:
Otra vez, nuevamente como en Juan 3:3, Juan 3:7,
“nacer de nuevo.” Esto también podría haber sido traducido “ser nacido de
arriba.” Ambos significados son correctos debido a que este es un nacimiento
que viene de Dios y es un nuevo nacimiento. En Juan 3:4 Nicodemo toma
claramente el significado como nacer por segunda vez (deúteron).
Entonces este nuevo
nacimiento viene por parte de Dios, somos nacidos de nuevo, una nueva raza
totalmente diferente.
¿Por qué era
necesario nacer de nuevo?
Nicodemo tenía un
problema del que ni siquiera se había dado cuenta, él estaba muerto
espiritualmente
En Romanos 5:12
dice: “Por tanto, como el pecado entró en
el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos
los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Los hombres eran una
raza caída que estaba muerta espiritualmente; estaban alejados de Dios y vivían
bajo el reino de Satanás.
En Juan 8:44,
Jesucristo mismo los había llamado hijos del diablo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro
padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha
permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de
suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”
Veamos cómo fue
producida esta caída.
En los primeros tres
capítulos de Génesis podemos ver la creación y caída del hombre, como es que un
hombre creado a la imagen y semejanza de Dios murió espiritualmente debido al
pecado.
Génesis 1:26-28
26 Entonces
dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las
aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra.
27 Y creó Dios
al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Dios creó al hombre
a su imagen y semejanza, y le dio autoridad y señorío sobre toda su creación.
La Biblia de Fácil
Lectura (ERV – Easy Read Bible) dice: “Hagamos
personas como una copia de nosotros.”
La Biblia El Mensaje
lo coloca así: “Hagamos a los seres
humanos a nuestra imagen haciendo que reflejen nuestra naturaleza para que así
sean responsables de….”
La traducción en
Lenguaje Actual lo pone así: “Hagamos
ahora al ser humano tal y como somos nosotros.”
En Génesis 2:7
encontramos un segundo relato de la creación del hombre: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
La palabra “aliento”
es el término hebreo “neshama”, que significa aliento, soplo, espíritu, alma
entre otros.
Barnes explica la
frase “aliento de vida” de esta manera:
El “aliento de vida”
es especial en este pasaje. Expresa el elemento espiritual y principal que hay
en el hombre, que no es formado, sino soplado en la parte física del hombre por
el creador. Esta parte racional es en la que llevamos la imagen de Dios, y se
acomoda para ser su vicegerente en la tierra. Como la tierra fue preparada para
ser su habitación, así el cuerpo para ser el cuerpo para ser el órgano del
aliento de vida que es su esencia, el mismo.
La Biblia de Oro
traduce este versículo así: “Formó, pues,
el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un
soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.”
Lo que me gusta de
esta versión es que muestra lo que hizo Dios, el creó al hombre del polvo de la
tierra (le dio un cuerpo), colocó en él el aliento, soplo o espíritu de vida
(le dio un espíritu) y le dio un alma racional, es decir, una vida pensante.
Es lo que nos enseña
más adelante Primera de Tesalonicenses:
1 Tesalonicenses 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;
y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo.
El hombre es un ser
trino, a la imagen y semejanza de Dios.
En Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
Dios es espíritu, y
creó al hombre como un ser espiritual, que además posee un alma y habita en un
cuerpo.
A veces la gente confunde
entre el espíritu y el alma, y piensan que son lo mismo. De niño fui enseñado
de esa manera, y así crecí hasta que encontré la verdad en la Biblia.
En Hebreos 4:12 podemos
ver esta gran verdad: “Porque la palabra
de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
La Biblia es el
instrumento por el cual podemos partir el alma y el espíritu, claro que
haciéndolo por cuestión de estudio.
El alma tiene que
ver con nuestros pensamientos, nuestra vida intelectual y pensante, es el lugar
de nuestras ideas, emociones y decisiones.
El espíritu es el
mismo corazón del hombre, es el verdadero hombre, la parte que se contacta con
Dios y donde reside la isma vida del hombre.
En 1 Pedro 3:3-4
encontramos nuevamente al espíritu del hombre, siendo llamado, el hombre
interno, el del corazón: “Vuestro atavío
no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos
lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un
espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Mucho se ha usado
estos versículos para condenar a las propias mujeres acusándolas de vanidosas
tan solo por el hecho de estar bien arregladas; pero, ¿de eso es lo que está
hablando ese versículo?
Cuando fui pastor en
la ciudad de Talara, al norte del Perú, vino un grupo de jóvenes presentando
una obra de teatro evangelística.
Nos invitaron a una
radio cristiana que continuamente atacaban a las hermanas que se pintaban. Fui
con una hermana que estaba arreglada, y el pastor le preguntó de frente: “¿Qué piensa de la vanidad?” Ella le
contestó: “Una casa pintada se ve más
bonita.”
Fin del tema. Se
quedó sin palabras el pastor.
Esté versículo no
habla de eso, lo que dice es que no estemos tan preocupados de las cosas
externa, de cómo se vea nuestro cuerpo, sino que la importancia principal debe
ser nuestro espíritu, ocuparnos de las cosas de Dios.
No digo que tengamos
que estar desarreglados, pero, ¿qué necesidad hay de ser un metrosexual?
Pero veamos aquí que
hay un hombre externo y un hombre interno.