jueves, marzo 21, 2013

La Nueva Creación - Parte 1


De modo que si alguno está en Cristo,  nueva criatura es;  las cosas viejas pasaron;  he aquí todas son hechas nuevas.
- 2 Corintios 5:17

¿Qué es la nueva creación?

La nueva creación es la persona que nos convertimos cuando nacemos de nuevo; es la persona que somos por estar en Cristo. Es el resultado en nosotros de aceptar la obra completa de Cristo en la cruz

Juan 3:1-8
1  Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo,  un principal entre los judíos.
2  Este vino a Jesús de noche,  y le dijo:  Rabí,  sabemos que has venido de Dios como maestro;  porque nadie puede hacer estas señales que tú haces,  si no está Dios con él.
3  Respondió Jesús y le dijo:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de nuevo,  no puede ver el reino de Dios.
4  Nicodemo le dijo:  ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?  ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre,  y nacer?
5  Respondió Jesús:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de agua y del Espíritu,  no puede entrar en el reino de Dios.
6  Lo que es nacido de la carne,  carne es;  y lo que es nacido del Espíritu,  espíritu es.
7  No te maravilles de que te dije:  Os es necesario nacer de nuevo.
8  El viento sopla de donde quiere,  y oyes su sonido;  mas ni sabes de dónde viene,  ni a dónde va;  así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Jesús le dijo a Nicodemo: “Te es necesario nacer de nuevo.” La palabra nuevo es “arriba”.

Vine lo traduce de esta manera: Anothen, de lo alto, de arriba. Se usa de lugar: (b) de cosas que provienen del cielo, o de Dios en el cielo. Se utiliza también en el sentido de «de nuevo».”

El Diccionario Completo de Estudio de la Palabra traduce está palabra así:

Otra vez, nuevamente como en Juan 3:3, Juan 3:7, “nacer de nuevo.” Esto también podría haber sido traducido “ser nacido de arriba.” Ambos significados son correctos debido a que este es un nacimiento que viene de Dios y es un nuevo nacimiento. En Juan 3:4 Nicodemo toma claramente el significado como nacer por segunda vez (deúteron).

Entonces este nuevo nacimiento viene por parte de Dios, somos nacidos de nuevo, una nueva raza totalmente diferente.

¿Por qué era necesario nacer de nuevo?

Nicodemo tenía un problema del que ni siquiera se había dado cuenta, él estaba muerto espiritualmente

En Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”

Los hombres eran una raza caída que estaba muerta espiritualmente; estaban alejados de Dios y vivían bajo el reino de Satanás.

En Juan 8:44, Jesucristo mismo los había llamado hijos del diablo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”  

Veamos cómo fue producida esta caída.

En los primeros tres capítulos de Génesis podemos ver la creación y caída del hombre, como es que un hombre creado a la imagen y semejanza de Dios murió espiritualmente debido al pecado.

Génesis 1:26-28
26  Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza;  y señoree en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  en las bestias,  en toda la tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27  Y creó Dios al hombre a su imagen,  a imagen de Dios lo creó;  varón y hembra los creó.
28  Y los bendijo Dios,  y les dijo:  Fructificad y multiplicaos;  llenad la tierra,  y sojuzgadla,  y señoread en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y le dio autoridad y señorío sobre toda su creación.

La Biblia de Fácil Lectura (ERV – Easy Read Bible) dice: “Hagamos personas como una copia de nosotros.”

La Biblia El Mensaje lo coloca así: “Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen haciendo que reflejen nuestra naturaleza para que así sean responsables de….”

La traducción en Lenguaje Actual lo pone así: “Hagamos ahora al ser humano tal y como somos nosotros.”

En Génesis 2:7 encontramos un segundo relato de la creación del hombre: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,  y sopló en su nariz aliento de vida,  y fue el hombre un ser viviente.”

La palabra “aliento” es el término hebreo “neshama”, que significa aliento, soplo, espíritu, alma entre otros.

Barnes explica la frase “aliento de vida” de esta manera:

El “aliento de vida” es especial en este pasaje. Expresa el elemento espiritual y principal que hay en el hombre, que no es formado, sino soplado en la parte física del hombre por el creador. Esta parte racional es en la que llevamos la imagen de Dios, y se acomoda para ser su vicegerente en la tierra. Como la tierra fue preparada para ser su habitación, así el cuerpo para ser el cuerpo para ser el órgano del aliento de vida que es su esencia, el mismo.

La Biblia de Oro traduce este versículo así: “Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.”

Lo que me gusta de esta versión es que muestra lo que hizo Dios, el creó al hombre del polvo de la tierra (le dio un cuerpo), colocó en él el aliento, soplo o espíritu de vida (le dio un espíritu) y le dio un alma racional, es decir, una vida pensante.

Es lo que nos enseña más adelante Primera de Tesalonicenses:

1 Tesalonicenses 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

El hombre es un ser trino, a la imagen y semejanza de Dios.

En Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

Dios es espíritu, y creó al hombre como un ser espiritual, que además posee un alma y habita en un cuerpo.

A veces la gente confunde entre el espíritu y el alma, y piensan que son lo mismo. De niño fui enseñado de esa manera, y así crecí hasta que encontré la verdad en la Biblia.

En Hebreos 4:12 podemos ver esta gran verdad: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

La Biblia es el instrumento por el cual podemos partir el alma y el espíritu, claro que haciéndolo por cuestión de estudio.

El alma tiene que ver con nuestros pensamientos, nuestra vida intelectual y pensante, es el lugar de nuestras ideas, emociones y decisiones.

El espíritu es el mismo corazón del hombre, es el verdadero hombre, la parte que se contacta con Dios y donde reside la isma vida del hombre.

En 1 Pedro 3:3-4 encontramos nuevamente al espíritu del hombre, siendo llamado, el hombre interno, el del corazón: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”

Mucho se ha usado estos versículos para condenar a las propias mujeres acusándolas de vanidosas tan solo por el hecho de estar bien arregladas; pero, ¿de eso es lo que está hablando ese versículo?

Cuando fui pastor en la ciudad de Talara, al norte del Perú, vino un grupo de jóvenes presentando una obra de teatro evangelística.

Nos invitaron a una radio cristiana que continuamente atacaban a las hermanas que se pintaban. Fui con una hermana que estaba arreglada, y el pastor le preguntó de frente: “¿Qué piensa de la vanidad?” Ella le contestó: “Una casa pintada se ve más bonita.”

Fin del tema. Se quedó sin palabras el pastor.

Esté versículo no habla de eso, lo que dice es que no estemos tan preocupados de las cosas externa, de cómo se vea nuestro cuerpo, sino que la importancia principal debe ser nuestro espíritu, ocuparnos de las cosas de Dios.

No digo que tengamos que estar desarreglados, pero, ¿qué necesidad hay de ser un metrosexual?

Pero veamos aquí que hay un hombre externo y un hombre interno.

viernes, marzo 01, 2013

Como Sobreedificarnos en la Palabra de Dios


La Palabra de Dios

Hechos 20:32
32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.

Hechos 20:32 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)
32 Ahora os encomiendo a Dios y a su mensaje de amor; un mensaje que tiene fuerza para que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la herencia prometida.

Hechos 20:32 (Biblia Latinoamericana)
32 Ahora los encomiendo a Dios y a su Palabra portadora de su gracia, que tiene eficacia para edificar sus personas y entregarles la herencia junto a todos los santos.

Hechos 20:32 (Biblia del Pueblo de Dios)
32 Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados.

La Palabra de Dios tiene poder para sobreedificarnos y darnos herencia junto con los santificados, es decir con todos los creyentes.

La palabra griega que se usa para sobreedificar es epoikodomeo que según Vine significa construir sobre, sobreedificar, edificar encima (epi, sobre).

Esta palabra es la suma de otras tres: epi que significa encima o sobre; oikos que significa una casa; y, domo, una edificación. De ahí podemos ver que epoikodomeo significa construir una casa sobre una edificación.

Muchas familias cuando los hijos crecen les regalan los “aires” de la casa, es decir, el techo para que ellos construyan su casa encima, y esa es la idea, se construye una casa sobre la edificación que ya está hecha.

La Biblia del Pueblo de Dios  nos da la idea más clara cuando dice “construir el edificio”.

Las bases ya fueron colocadas ahora solo debemos construir encima.

1 Corintios 3:10-15

10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Jesucristo es la base o fundamento sobre el cual debemos pararnos, pero nuestra responsabilidad es edificar encima de ese fundamento.

1 Pedro 2:1-5

1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Nosotros somos una casa espiritual que debe ser edificada o construida, no es algo que dependa de Dios, sino que es algo que depende de nosotros.

La palabra griega que se usa para desear es epipotheo que significa tener un deseo muy intenso, un deseo muy ardiente.

Es como el deseo de un joven que se enamora por primera vez no puede esperar la hora para poder ver a su amada.

La palabra para crecer es auxano que significa crecimiento, incremento, aumento.

Y salvación es soteria que nos habla de todas las bendiciones concedidas a los hombres en Cristo a través del Espíritu. Es la liberación, preservación y protección del peligro y mal material y temporal.

De ahí podemos ver que si queremos recibir todas las bendiciones de Dios debemos desear ardientemente y meternos a fondo en la Palabra de Dios.

La única manera de crecer y sobreedificarnos es depositar la Palabra de Dios en nuestro interior.

2 Pedro 1:3-4

3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,

4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.

2 Pedro 1:3-4 (Nueva Versión Internacional)
3 Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.
4 Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.

Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, todo lo necesario para vivir como Él manda, y todas ello lo encerró en su Palabra.

Esto significa que al pasar tiempo en su Palabra creceremos hasta alcanzar todas las bendiciones que Dios nos dio.

Efesios 1:3

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.

Este verso nos dice que todas las promesas y bendiciones de Dios son legalmente nuestras.

Hay dos aspectos de la Palabra de Dios en nuestras vidas:

            El aspecto legal, y el aspecto vital

El aspecto legal nos dice que todas las bendiciones y promesas de Dios ya son legalmente nuestras.

El aspecto vital nos habla de poder experimentar en nuestras vidas lo que legalmente nos pertenece.

El hecho de que las promesas de la Palabra nos pertenezcan legalmente no significa que las experimentemos en nuestras vidas.

Como vimos en Hechos 20:32: “Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.” Es decir, la Palabra tiene poder para sobreedificarnos pero somos nosotros los que debemos hacer algo.


Para poder experimentar las promesas de Dios en nuestras vidas debemos entender que confiabilidad, respaldo y autoridad tiene la Palabra.

Lo primero que debemos entender es que Jesús y su Palabra son uno.

Juan 1:1,14

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

En este pasaje la palabra verbo es logos que significa: palabra.

La Palabra hecha carne es un titulo del Hijo de Dios, el cumplimiento del título logos, es la manifestación personal de toda la deidad, no solo una parte de la naturaleza divina.

1 Juan 1:1

1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida.   

Aquí Jesús es llamado el logos de vida.

Entonces podemos ver que Jesús es la Palabra de Dios. Por eso, el lugar que le damos a la Palabra de Dios en nuestras vidas es el lugar que le damos a Dios en nuestras vidas.

Lo segundo que debemos entender es que el poder de Dios está encerrado en su Palabra.

Hebreos 1:1-3
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

Aquí palabra es rhema, que se define: “El significado de rhema a diferencia de logos esta ejemplificado en la orden de “tomar la espada del espíritu que es la Palabra de Dios,” que está en Efesios 6:17, la referencia aquí no es a toda la Biblia en conjunto (como en logos). sino a las porciones individuales de la Escritura que el Espíritu nos hace recordar en tiempo de necesidad, siendo el requisito previo el almacenar regularmente la Escritura en nuestra mente.”

Logos nos muestra lo que la Palabra es en esencia, rhema lo que la Palabra puede hacer por nosotros.

El poder que hay en la Palabra se desata a través del rhema.

Lo tercero que debemos entender es que la Palabra es verdad.

Juan 17:17
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

El logos de Dios es la verdad de Dios.

Números 23:19

19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Si Dios dijo algo en Su Palabra, es un hecho que va ha suceder.

Lo cuarto que debemos entender es que la Palabra de Dios no cambia.

En Mateo 24:35, Marcos 13:31 y Lucas 21:33  dicen lo mismo:

Mateo 24:35
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

El logos de Dios nunca cambia.

Santiago 1:16-17

16 Amados hermanos míos, no erréis.
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Dios no cambia, ni varía ni se muda, Él siempre es el mismo.

Hebreos 13:8

8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Jesucristo, la Palabra viva, no ha cambiado, por tanto la Palabra de Dios sigue vigente hoy.

Lo quinto que debemos entender es que la Palabra trae las cosas de Dios al mundo natural.

Hebreos 11:3
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Hebreos 11:3 (Biblia del Pueblo de Dios)
3 Por la fe, comprendemos que la Palabra de Dios formó el mundo, de manera que lo visible proviene de lo invisible.

Hebreos 11:3 (Biblia Castilian 2003)
3 Por la fe sabemos que los mundos y los tiempos fueron organizados por la palabra de Dios, de suerte que de lo invisible surgiera lo visible.

Hebreos 11:3 (The Message)
3 Por la fe podemos ver que el mundo fue llamado a existencia por la palabra de Dios, lo que vemos fue creado por lo que no vemos.

Este verso que vemos es bien claro, el mundo y todo lo que conocemos fue formado por la Palabra de Dios, creando las cosas que se ven de las que no se veían.

Dios llamó al mundo a la existencia con sus palabras tal como vemos en Génesis.

Génesis 1:1-3
1  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2  Y la tierra estaba desordenada y vacía,  y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,  y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3  Y dijo Dios: Sea la luz;  y fue la luz.

Si vemos todo el capítulo 1 de Génesis veremos que Dios habló 7 veces para hacer su creación y cada vez que Él habló fue formado algo.

Su Palabra tiene poder creador.

Lo sexto que debemos entender es que la Palabra de Dios tiene poder para reproducirse en nosotros.

La parábola del sembrador es una muestra clara de cómo la Palabra de Dios puede llegar a reproducirse en nosotros.

Lucas 8:11
11  Esta es,  pues,  la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

Mateo 13:19
19  Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende,  viene el malo,  y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.

Veamos ahora como es que esa semilla de la Palabra crece en nuestro corazón.

Marcos 4:26-29
26  Decía además: Así es el reino de Dios,  como cuando un hombre echa semilla en la tierra;
27  y duerme y se levanta,  de noche y de día,  y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.
28  Porque de suyo lleva fruto la tierra,  primero hierba,  luego espiga,  después grano lleno en la espiga;
29  y cuando el fruto está maduro,  en seguida se mete la hoz,  porque la siega ha llegado.

La Palabra tiene poder para reproducirse en nosotros y dar fruto.

Le sétimo que debemos entender es que para que la Palabra se vuelva real en nosotros debemos vivirla.

Nosotros no podemos llegar a vivirla si es que no la conocemos.

Juan 8:31-32
31  Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,  seréis verdaderamente mis discípulos;
32  y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.

Para poder ser verdaderos discípulos de Jesús debemos conocer y permanecer en Su Palabra.

Santiago 1:21-25
21  Por lo cual,  desechando toda inmundicia y abundancia de malicia,  recibid con mansedumbre la palabra implantada,  la cual puede salvar vuestras almas.
22  Pero sed hacedores de la palabra,  y no tan solamente oidores,  engañándoos a vosotros mismos.
23  Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella,  éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24  Porque él se considera a sí mismo,  y se va,  y luego olvida cómo era.
25  Mas el que mira atentamente en la perfecta ley,  la de la libertad,  y persevera en ella,  no siendo oidor olvidadizo,  sino hacedor de la obra,  éste será bienaventurado en lo que hace.

Este pasaje es bien claro; no solo debemos recibir la Palabra sino que debemos convertirnos en hacedores de ella; debemos vivirla para que se vuelva una realidad en nosotros.

Josué 1:7-9
7  Solamente esfuérzate y sé muy valiente,  para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;  no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,  para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
8  Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,  sino que de día y de noche meditarás en él,  para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;  porque entonces harás prosperar tu camino,  y todo te saldrá bien.
9  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;  no temas ni desmayes,  porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Esta orden que Dios le dio a Josué sigue vigente para nosotros; debemos oír la Palabra, guardarla y hacerla, solo así la haremos una realidad en nuestra vida y producirá el fruto deseado.

Lo octavo que debemos entender es que debemos permanecer en la Palabra.

Juan 15:7
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Debemos de permanecer en los Rhemas de Dios.

Colosenses 3:16
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

El logos de Dios debe habitar ricamente en nosotros. Es nuestra responsabilidad el pasar tiempo en la Palabra de Dios.

Al habitar y permanecer en la Palabra de Dios vamos a poder conocer el aspecto legal de la Palabra y sabremos qué hacer para experimentar el aspecto vital de ella.

Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Esta es la clave para experimentar el aspecto vital en nuestras vidas.

1. Tener la Palabra de Dios siempre en nuestra boca.

2. Meditar la Palabra de Dios de día y de noche.

3. Guardar la Palabra en nuestro corazón.

4. Hacer lo que dice la Palabra de Dios.