jueves, febrero 23, 2006

La Ley de la Fe

La Ley de la Fe


Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

- Romanos 10: 8 - 17

En Romanos 10:10 encontramos la Ley de la Fe, que es creer en el corazón y confesar con la boca.


Cuando una persona cree en el corazón la fe es producida en su corazón, pero esa fe, no puede ser desatada a menos que use sus palabras, es decir, por medio de la confesión de fe.


La fe no puede expresarse a menos que sea hablada. La boca es el instrumento por el cual la fe es desatada. El Hermano Kenneth E. Hagin dice que la confesión es:


1. Afirmar algo que creemos.

2. Declarar algo que sabemos.

3. Testificar una verdad que hemos abrazado.

La confesión de la Palabra de Dios es afirmar, declarar y testificar que la Palabra de Dios es verdad y se cumple en nuestras vidas.

La Ley de la Fe


Para poder entender la confesión de fe, lo primero que debemos entender es la ley de la fe.

ROMANOS 10:8-10

8 Más ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

En este pasaje de la escritura vemos que la Palabra de Dios debe estar en nuestra boca y en nuestro corazón. Además encontramos la clave para la ley de la fe: creer en el corazón y confesarlo con la boca.


Por ejemplo, en este pasaje vemos la forma como una persona nace de nuevo:

1. Confiesa con la boca que Jesús es el Señor.

2. Cree en el corazón que Dios lo levanto de los muertos.

2 CORINTIOS 4:13

13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.

2 CORINTIOS 4:13 (Biblia al Día)

Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.

Según este pasaje, el espíritu de fe se muestra en que si una persona cree algo debe decirlo. Esta es la ley de la fe en operación, una persona que tiene el espíritu de fe debe hablar las cosas que cree.

MARCOS 11:23

23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

Una vez mas vemos la importancia de decir con nuestra boca las cosas que creemos en nuestro corazón. En especial, notemos que este pasaje dice tres veces decir pero una sola vez creer. Es decir, debemos hablar tres meses de lo que creemos.

Creer con el Corazón


En Romanos 10:10 hemos visto que "con el corazón se cree. . . ." ¿Qué se cree? Que lo que dice la Palabra de Dios es verdad.


Creer con el corazón es creer que la Palabra de Dios es verdad sin importar lo que digan las circunstancias.


En Romanos 10:17 dice que "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." La ley de la fe empieza cuando creemos con el corazón la Palabra de Dios y la fe se produce en él.

Confesarlo con la Boca


En la Segunda parte de Romanos 10:10 dice: ". . . pero con la boca se confiesa para . . . ." Es decir la fe para recibir algo se desata con las palabras. En 2 Corintios 4:13 dice: "Creí, por lo cual hablé;" Si has creído algo de la Palabra de Dios, lo siguiente que debes hacer es hablarlo.


En Marcos 5:27-29 podemos ver esta verdad.

Marcos 5:27-29

27 Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

29 Y enseguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote

Marcos 5:27 (Scio)

27 Cuando oyó hablar de Jesús, llegó por detrás entre la confusión de la gente, y tocó su vestidura.

28 Porque decía: "Tan solamente con tocar su vestidura, seré sana".

29 Y en el mismo instante cesó su flujo de sangre; y sintió en su cuerpo, que estaba sana de aquel azote.

En este pasaje vemos que esta mujer estaba diciendo algo de manera continua. Ella decía "Si tocare tan solamente su manto, seré sana." Sus palabras la motivaron para actuar en fe y recibir su sanidad.

Como vimos en Marcos 11:23, debemos decir tres veces mas de lo que creemos. Es decir que se requiere confesar tres veces más tiempo que el que necesitamos para creer.


Nuestra fe se desata por medio de nuestras palabras.


La Ley de la Fe es creer en el corazón y confesarlo con la boca.

El Poder de la Lengua


Proverbios 18:20-21

20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

Proverbios 18:20 (Dios Habla Hoy)

Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras.

Proverbios 18:20-21 (Biblia al Día)

20 Cada uno se llena con lo que dice y se sacia con lo que habla.

21 En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.

Nuestra lengua tiene el poder para causar la vida o la muerte. Si aprendemos a usarla para nuestro beneficio seremos saciados. Si no cuidamos las palabras que decimos hoy, es posible que tengamos problemas el día de mañana.


Si dices: "Creo que voy a enfermarme," es mejor que te quede en casa porque ciertamente va ha enfermarse; Si dices: "No voy a vender nada," es mejor que busques otro empleo porque no venderás nada.


Debes cuidarte de las cosas que habla; si no quieres que suceda algo, es mejor que no lo digas. Pero si quiere tener éxito y victoria en su vida debes empezar a decirlo.


Empieza tu camino al éxito a través de tus palabras.


En los Capítulos 13 y 14 de Números podemos ver esta verdad en operación desde el punto de vista negativo. En el versículo 14:2 dice: "Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojala muriéramos en la tierra de Egipto! o en este desierto ojala muriéramos!"; o como dice en el Torah: “Luego murmuraron todos los israelitas contra Moisés y Aarón, y les dijo toda la comunidad: "¡Ojala hubiéramos muerto en Egipto! Y si no, ¡ojala hubiéramos muerto en el desierto!”


Y en el versículo 14:28 Dios les respondió: "Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros" ; veamos nuevamente como lo traduce el Torah: “Diles: Por mi vida - oráculo de Adonai - que he de hacer con vosotros lo que habéis hablado a mis oídos”.

En Hebreos 3:17 podemos ver el fin de ellos: "¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?"


Dios dijo que de la manera como ellos habían hablado, de esa manera iban a morir. Lo que nosotros hablamos determina nuestro futuro. Si hablamos victoria tendremos victoria; si hablamos derrota seremos derrotados. Debemos cuidar nuestras palabras para caminar en victoria.


Como dice Marcos 11:23: "Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho." Lo que digas te será hecho.