La Renovación de la Mente
Romanos 12:1-2
1 Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Nuestro espíritu fue renacido pero nuestra alma
debe ser renovada.
La palabra griega para transformaos es metamorphoo
de donde viene nuestra palabra metamorfosis, Vine la define así:
METAMORPHOO:
cambiar en otra forma (meta,
implicando un cambio, y morphe,
forma), se usa en Voz Pasiva para los
creyentes, en Romanos 12:2, “transformaos,” la obligación de experimentar un
cambio completo que, bajo el poder de Dios, encuentra su expresión en el
carácter y la conducta; morphe hace
hincapié en el cambio interior, schema
(ver suschematizo, el verbo
precedente en ese verso) hace hincapié en el cambio exterior, el tiempo
presente continuo indica que es un proceso; en 2 Corintios 3:18 se describe a
los creyentes siendo “transformados a su imagen” (la de Cristo con todas Sus
excelencias morales), cambio que es efectuado por el Espíritu Santo.
La palabra para renovación es anakainosis que significa hacer
nuevo (ana, de nuevo u otra vez,
kainos, nuevo, no reciente pero
diferente), renovar. Vine lo define así:
Es
usada en Romanos 12:2, “la renovación (de vuestro entendimiento),” es el ajuste
de la visión moral y espiritual, y del pensamiento hacia la mente de Dios, la
cual es designada para tener un efecto transformador sobre la vida; este pasaje
en Romanos hace hincapié en la voluntad de responder por parte del creyente.
Es al creyente a quien le corresponde renovar el
entendimiento, no a Dios.
La palabra entendimiento es nous, que Vine la define así:
Nous: mente, generalmente
hablando denota el centro de la conciencia reflexiva, incluyendo las facultades
de percepción y entendimiento, y las de sentimientos, juicio y determinación.
Veamos Romanos 12:2 en otras versiones para tener
una idea más amplia:
Nuevo Testamento de Arcas y Fernández
No os amoldéis a los criterios de este
mundo. Dejaos transformar; renovad vuestro interior de tal manera, que sepáis
apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es agradable, lo
perfecto.
Biblia Latinoamericana
No sigan la corriente del mundo en que
vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior. Así
sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le
agrada, lo que es perfecto.
Biblia del Pueblo de Dios
No tomen como modelo a este mundo. Por el
contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad, a fin de que
puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le
agrada, lo perfecto.
Biblia Castilian
No os amoldéis a los usos y costumbres
propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la
transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena,
grata y perfecta que es la voluntad de Dios.
Dios Habla Hoy
No vivan ya según los criterios del tiempo
presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su
manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir,lo que es
bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
The Message
No te vuelvas tan ajustados a tu cultura
que encajes en ella sin siquiera pensarlo. En vez de eso fija tu atención en
Dios. Serás cambiado desde tu interior. Fácilmente reconocerás lo que Él quiere
de ti, y rápidamente responderás. A diferencia de la cultura que te rodea,
siempre arrastrándote a su nivel de inmadurez; Dios sacará lo mejor de ti;
desarrollando en ti una bien formada madurez.
Estos es lo que hablamos acerca de renovar la
mente; la cultura que vivimos y los moldes y patrones del mundo en que vivimos
nos están alejando de lo mejor que Dios tiene para nosotros; nos impiden
crecer, madurar y alcanzar la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas.
Por eso debemos cambiar nuestra baja manera de
pensar; y transformarla, renovando nuestra mente, pensando como Dios piensa,
por esos caminos más altos que están escritos en Su Palabra.
Dios quiere que hagamos una metamorfosis; así como
un feo gusano se convierte en una bella mariposa; convirtamos nuestra mente
pervertida por la forma de pensar del mundo en una mente madura que camina y
conoce la perfecta voluntad de Dios.
Salmo 23:3
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas
de justicia por amor de su nombre
Salmo 23:3 (Biblia de las Américas)
3 El restaura mi alma; me guía por senderos
de justicia por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Nácar Colunga)
3 Recrea mi alma, me guía por las rectas
sendas por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Palabra de Dios Para Todos)
3 Él renueva mi alma. Me lleva por buenos
caminos para mostrarme lo bondadoso que es.
Salmo 23:3 (Reina Valera 1865)
3 Hará volver mi alma: guiarme ha por
sendas de justicia por su nombre.
Salmo 23:3 (Reina Valera 2000)
3 Convertirá mi alma; me guiará por sendas
de justicia por su nombre.
Aquí vemos varios significados de la palabra que
Reina Valera tradujo como confortar;
en realidad el significado es más profundo; la palabra hebrea usada, shub, significa voltear, devolver, restaurar; y
ese es el sentido que le dan las otras versiones de la Biblia.
No nos habla de un sentimiento de comodidad, como
parece mostrarnos la palabra confortar, sino que nos habla de un cambio más radical y
profundo: recrear, restaurar, renovar,
hacer volver, convertir.
Esta palabra me recuerda lo que hacía mi abuelita
que era una mujer muy hábil y emprendedora.
Me acuerdo que los sillones de la sala de estar
tenían la tela desgastada; así que ella fue, compró nueva tela, quitó
completamente la antigua tela, quedando solo con el esqueleto del sillón, y
finalmente colocó la nueva tela.
Al final se veía un sillón nuevo, pero en realidad
no estaba nuevo, estaba renovado o restaurado.
¿Cómo renovamos o restauramos nuestra mente?
En Santiago 1:21 vemos como funciona este proceso:
Santiago 1:21
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia
y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual
puede salvar vuestras almas.
En este pasaje vemos el proceso de la renovación de
la mente, a traves de las palabras desechar e implantar. La palabra desechar es
apotithemi, la cual Vine define
así:
APOTITHEMI,
sacarse de uno (apo, de, y tithemi, poner, colocar, establecer),
sacarse, desechar, dejar de lado, denota en la voz media, sacarse de uno, echar
fuera, alejar.
Vemos mucha similitud con la idea que nos da
Romanos 12:2 cuando nos habla de una metamorfosis; para hacer un cambio es
necesario desechar algo.
La otra palabra, implantar, también tiene que ver
con esto, pues ya que hemos sacado algo debemos colocar algo. La palabra
implantar es emphutos la cual define Vine de
esta manera:
EMPHUTOS, implantado, o
enraizado (de emphuo, implantar), es
usada en Santiago 1:21, “implantada,” la
palabra de Dios una “palabra enraizada,” una palabra cuya propiedad es enraizarse
como una semilla en el corazón.
Para palabra se usa logos, una palabra que ya conocemos y significa, la Palabra de Dios como un
todo. Es decir nos habla del estudio continuo de la Palabra, como una
herramienta para que nuestra mente sea renovada.
Un alma salva, es una mente restaurada o renovada
por la Palabra de Dios.
Si quieres renovar tu mente, debes colocar la
Palabra de Dios en ella, para que ya no pienses como piensa el mundo, sino como
Dios lo hace.
2 Pedro 2:1-1
1 Desechando, pues, toda malicia, todo
engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la
leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.
Debemos depositar la Palabra de Dios en nuestras
vidas para de esa manera renovar nuestras mentes y poder salvar nuestras almas.
Proverbios 23:7
7 Porque cual es su pensamiento en su
corazón, tal es él...
La importancia de la renovación de la mente es que
nosotros nos convertimos en aquello en lo cual pensamos en nuestro interior.
Isaías 55:8-9
8 Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la
tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos
Como vimos al principio, los pensamientos de Dios
son mayores y más altos que los nuestros; Dios sabe todas las cosas y conoce el
plan que tiene para nuestras vidas; así que debemos empezar a pensar lo que
dice la Palabra y no lo que dice nuestra mente.
Santiago 1:22-25
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no
tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra
pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo
su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se
va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la
perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor
olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
La Palabra de Dios es la que nos muestra lo que
somos, por eso debemos ir continuamente a ella para poder guardarla y hacerla,
y convertirnos finalmente en lo que ella dice que somos.
Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro
de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien.
La clave del éxito en la vida es la meditación de
la Palabra de Dios, esa es la clave para la renovación de la mente, estar
colocando de día y de noche la Palabra de Dios en nuestra mente, para así
guardarla y hacerla.
La meditación es sencillamente, colocar algo de
manera continua en nuestra mente, ¿Qué colocamos? La Palabra de Dios.
Deuteronomio 6:6-9
6 Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás
de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando
te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu
casa, y en tus puertas.
La clave de la meditación es pasar tiempo hablando
la Palabra, pegándola en las paredes de tu casa, repetirla en todo momento, la
Palabra de Dios todo el día.
Es como un amigo, que tenía que llevar un curso muy
difícil y trabajoso en la universidad,
así que empezó a colocar versos por todo su cuarto, en las paredes, en el
techo, en todo lugar imaginable e inimaginable.
Si se sentía tentado a flojear un poco él miraba el
techo de su cuarto donde decía en letras grandes: “Mira a la hormiga perezoso.”
Cuando terminó ese ciclo en la universidad, estaba
completamente agotado, pero había aprobado el curso con una nota alta.
Tomemos la Palabra de Dios, coloquémosla en
nosotros y meditemos en ella, así pensaremos como Dios piensa y viviremos una
vida más alta.